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  • 23.04.2014 17:46

    La leyenda de Jorge y el dragón

    Esta leyenda se trata tanto en Europa occidental, como en Asia, e incluso Japón, obviamente con variaciones. En nuestra cultura, su aparición parece datar del s. IX y tiene muchas y variadas alternativas, aunque todas acaban con la muerte del dragón a manos de Jorge.

    Una de ellas comienza con un dragón que hace un nido en la fuente que abastecía de agua a una villa. Como consecuencia, los ciudadanos debían apartar diariamente al dragón de la fuente para conseguir agua. Así que ofrecían un sacrificio humano que se decidía al azar entre los habitantes. Un día resultó seleccionada la princesa. Cuando ésta estaba a punto de ser devorada por el dragón, aparece Jorge, se enfrenta a la bestia y lo mata, salvando a sí a la princesa.

    Otra versión de la leyenda se la debemos al costumbrista catalán Joan Amades, que situo estos hechos delante de las murallas de Montblanc. Decía así:

    Hace muchos años un dragón feroz aterrorizaba los alrededores de Montblanc. Devoró a los animales hasta tal punto que amenazaba la integridad de los habitantes. Para evitar el ataque de la bestia se decidió librarle cada día un vecino. Se realizó un sorteo entre la población, incluida la familia real, y la suerte quiso que la persona escogida fuera la hija del rey. Cuando se disponía a ser engullida por el dragón apareció un caballero y la salvó hiriendo de muerte al dragón. Era San Jorge. En el lugar donde el dragón derramó su sangre nació un rosal de rosas rojas.

    Desde entonces se mantiene la tradición catalana en la que los hombres regalan una rosa a su amada.

    A mi, personalmente, la versión que más me gusta habla de que había un dragón que atacaba al reino. Temerosos, los habitantes decidieron entregarle cada día dos corderos al dragón para calmar su hambre y que no atacase la villa. Pero al escasear éstos, decidieron enviar a una persona escogida por sorteo junto con un cordero. La familia que veía como uno de sus miembros era devorado por el dragón recibía, a cambio, todo tipo de riquezas como compensación.

    Finalmente el pueblo, cansado de que ningún miembro de la casa real fuera enviado como tributo, exigieron que fuese la princesa quien fuese devorada. De camino a la cueva del dragón, la princesa se encontró al caballero Jorge y éste, matando al dragón, la rescató. De la sangre de la bestia nació una rosa roja que el caballero entregó a la princesa.

    El rey ofreció al caballero todas las riquezas imaginables, pero él prefirió que se repartieran entre los habitantes del reino.

     

    La historia contiene un rico simbolismo religioso del que hay multitud de interpretaciones, aun así, muchas iglesias no aceptan como santo a Jorge, incluso la propia iglesia católica hizo su culto opcional a mitad del s.XX. Una antigua interpretación cristiana sería que Jorge representa a los creyentes, su caballo blanco la iglesia y el dragón al paganismo y la idolatría. Por tanto, con la muerte del dragón a manos de Jorge, los agradecidos ciudadanos abandonan el paganismo y abrazan el cristianismo.

    Por otro lado, la historia de Jorge y el dragón tiene muchos elementos comunes con el mito griego de Andrómeda y Perseo, que se casó con la princesa tras vencer a la górgona Medusa.

    Destacar por último el homenaje que la banda gaditana Saurom Lamderth hicieron de la leyenda en su canción Dracum Nocte (Juglarmetal) cuya letra decía:

    Existe un lugar
    Una bella ciudad
    Añeja emperatriz
    La mística Montblanc.

    Su aroma medieval,
    Sus gentes y esplendor
    Impregnan en tu ser
    Una magia especial

    Despertad, se acerca la noche
    Invocad, a la fuerza del mal
    Se oyen, allá los tambores
    Ponte tus mejores galas y corre
    a San Francesc
    Y en medio de la plaza griten
    todos a la vez:
    ¡¡¡Las puertas de la iglesia
    abran paso al tropel!!!

    Dracum Nocte, Veu amb mi la sang del drac
    Dracum Nocte, les forces del mal es fan amb Montblanc

    Cada año por Abril San Jordi
    quiere venir a matar al dragón...
    ¡Impidámoslo!

    El fuego ambientará para sacrificar
    A una moza de bien en un rito jovial

    Dracum Nocte, bebe conmigo la sangre del dragón
    Dracum Nocte, las fuerzas del infierno hagan suya esta canción...
    Dracum Nocte, jorobados con demonios y verdugos danzan ya
    Dracum Nocte, las torres del castillo a San Jordi ahuyentarán

  • 22.04.2014 23:46

    Mistos o cerillas...

    Ya tenemos resultado de la “encuesta” o “estudio sobre el misto”

    De los comentarios realizados hay que destacar que a esos artilugios se les puede llamar de mil maneras, como bien dice Pepilla, hay 7 palabras para designar a cada cosa en español, mientras que in inglés por ejemplo hay 1 palabra para 7 items. Pues sí, se les llama, desde palos que se queman a mistos pa comer (no entiendo quien come mistos) mihtoh para estar hecho mihtoh, los gabachos cerillas (*) en Valencia no te entienden… si es que la Rita ha hecho mucho daño (había que meter la cuña política sí o sí)… que más, algunos consideran mistos solo cuando no van en caja… igual las cerillas las encienden con caja y todo ¿Andreo?…

    Las cerillas solo las venden en el hipercor de Madrid, y por supuesto, “cerillas de toda la vida” vs “mistos de  toda la vida”… ¿a qué vida se refieren? ¿hay más de una? ¿estamos ante el famoso multiverso? ¿acaso mi estudio acabará demostrando la teoría de cuerdas?

    La definición más acertada la da mi querido amigo Remo, si es que se expresa mejor que Antonio Gala ^_^

    En resumen, 27 votos a favor de mistos, y 15 votos a favor de cerillas.

    Partimos ahora en primer lugar de la definición que da al elemento en cuestión la Real Academia de la Lengua Española, al menos en la acepción que nos interesa.

                    Cerilla: (de cera) f. Varilla fina de cera, madera, cartón, etc., con una cabeza de fósforo que se enciende al frotarla con una superficie adecuada.

    Como vemos, las cerillas reciben su nombre de la materia con que estaba hecho el bastoncillo que sostenía a la cabeza de fósforo. Hoy en día, es difícil encontrar estos materiales, y normalmente son de madera. En otros idiomas esta palabra se construye desde otro aspecto diferente.  En alemán, Streichholzer, que literalmente significa “astilla para restregar”, pues en vez de cera se usa una astilla de madera como material. En sueco se dice tändsticka  que significa “astilla para encender” y en francés se la denomina sencillamente allumette, que viene a ser algo así como “encender”, aludiendo directamente a su función (* tenemos algún emigrante entre nosotros que sigue llamándolas cerillas a pesar de vivir en gabacholandia)

    Analizamos ahora la parte fósforo.

    Por su etimología, fósforo significa ‘luz brillante’, proviene del latín phosphorus, que se originó, a su vez, en el griego phosphoros, formada con phos ‘luz’ y el sufijo phoros ‘portador’.

    Es el elemento número 15 de la tabla periódica. Fue aislado por primera vez en 1669 por el químico alemán Hennig Brand. Entre las sustancias químicas, ocupa el décimo segundo lugar en abundancia sobre la corteza terrestre. Presenta la propiedad de arder espontáneamente en contacto con el aire.

    El nombre del fósforo adquirió un nuevo significado merced al químico británico John Walker, quien descubrió un compuesto que ardía al ser frotado contra ciertas superficies. Había nacido la cerilla, puesta en venta por Walker en 1827, conocida también como fósforo. Inicialmente, era un artificio peligroso, pues soltaba chispas que solían lastimar a la gente o chamuscar su ropa (igual de ahí viene la expresión “estar hecho mistos”), hasta que en 1832, el austríaco J. Siegal logró fabricar los primeros fósforos o cerillas de fricción. Los fósforos actuales se fabrican con sulfato de antimonio, sulfuros y agentes oxidantes, como clorato de potasio. El nombre de cerilla proviene de la cera que se usa en su soporte.

    Como pueden observar, hoy en día ni llevan fósforo, ni son de cera, ergo considero un error seguir llamándolas cerillas y usar la otra, que es “MISTO”.

    Se echan de menos las antiguas cerillas (de cera) con las que se podían hacer bombicas de peste.

    Famosa y lapidaria también la expresión “meterle un misto” al acto de prenderle fuego a alguien o algo, o metafóricamente, destruirlo.

    Resulta muy curioso observar el estudio que se encuentra en wikipedia al respecto:

    https://es.wikipedia.org/?title=Discusi%C3%B3n:F%C3%B3sforo_%28utensilio%29

    Como resumen muy resumido de las conclusiones que de él se extraen, cerilla se usa en la mayor parte de la España peninsular (no tengo datos como para contradecir este estudio), cerillo en México, fósforo en la mayor parte de los estados americanos de habla hispana, y misto o mixto en algunas partes de España.

    Cabe destacar de igual modo el proyecto presentado al concurso 2013 de Hoguera Pla del Bon Repós (Alicante) titulado “Pren el misto (enciende la cerilla)”

    “Con esta propuesta pretendemos representar tanto el proceso creativo, como el de madurez del artista al idear su hoguera.

    Cualquier elemento, imagen, emoción o experiencia vivida es una cantidad ingente de información, alguna la desechamos, otras las mantenemos firmemente en nuestra memoria, otras pasan a nuestro subconsciente, pero todas ellas se van acumulando, todas forman parte importante de nuestra madurez como artistas.

    Hablando del simbolismo de la obra podemos resaltar que esta hoguera representa cómo cada una de esas pequeñas ideas, imágenes y emociones, representadas por cerillas de vivos colores, forman una cabeza pensante. Cómo van acumulándose, desechándose, entrelazándose, apuntando hacia el cielo, el cual será nuestro único techo a la hora de crear”

    Luis Miguel Falcón “iluystrator”

  • 22.04.2014 23:45

    Día internacional de leer a Tolkien

    ¡Elendil! -gritó-. Soy Aragorn hijo de Arathorn y me llaman Elessar, Piedra de Elfo, Dúnadan, heredero del hijo de Isildur, hijo de Elendil de Gondor. ¡He aquí la Espada que estuvo rota una vez y fue forjada de nuevo! ¿Me ayudarás o te opondrás a mi? ¡Escoge rápido!

    Gimli y Legolas miraron asombrados a Aragorn, pues nunca lo habían visto así antes. Parecía haber crecido en estatura y en cambio a Eomer se le veía más pequeño. En la cara animada de Aragorn asomó brevemente el poder y la majestad de los reyes de piedra. Durante un momento Legolas creyó ver una llama blanca que ardía sobre la frente de Aragorn como una corona viviente.

    Eomer dio un paso atrás con una expresión de temor reverente en la cara. Bajó los ojos.

    - Días muy extraños son estos en verdad -murmuró-. Sueños y leyendas brotan de las hierbas mismas.

    - Dime, Señor -dijo-, ¿qué te trae aquí? ¿Qué significado tienen esas palabras oscuras? Hace ya tiempo Boromir hijo de Denethor fue en busca de una respuesta y el caballo que le prestamos volvió sin jinete. ¿Que destino nos traes del Norte?

    - El destino de una elección -dijo Aragorn-. Puedes decirle esto a Théoden hijo de Thengel: le espera una guerra declarada, con Sauron o contra él.

    La mejor manera de celebrarlo es precisamente esa, leyendo al maestro.

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